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Entrevista

En Diálogo con Antonio Guzmán 

¿En tu obra siempre aparece esta idea del castigo existe una insistencia en esto y también sobre la idea de la violencia como un símbolo, por qué la insistencia en esto?

Desde hace algún tiempo me ha interesado trabajar con la idea del poder y la disciplina, posiblemente porque mi experiencia de vida, mi enseñanza básica, media y Universitaria fue cursada como muchos y muchas compatriotas dentro de una época marcada por la dictadura cívico militar, desde aquella época siempre me incomodó esa forma disciplinaria instaurada, ejercida y normalizada,  ligada  a las formas o modelos de cómo se ha ejercido o ejerce el poder en distintos ámbitos de la vida, el abuso de poder ligado con la violencia, y el castigo como un medio de persuasión y disciplina siguen presentes hoy en día. Por otra parte nos encontramos invadidos por imágenes violentas ,mi trabajo  pretende reflexionar sobre la violencia que se ejerce hacia los cuerpos y sobre todo el  el  abuso de poder que se ejerce en los distintos espacios como lo es la Escuela o los espacios de enseñanza, no solo en la figura del profesor/a castigador, imagen que nos remite a prácticas del siglo XIX y XX, sino también visibilizar a él o la profesora castigada o violentada por sus estudiantes o por  el entorno, de ahí nace la idea del profesor-burro, como piedra de tope de estas problemáticas, me interesa trabajar con  la idea foucaultiana de “cuerpos dóciles”, donde el castigo y la disciplina han sido y son  la(s) forma(s) de corregir o enderezar lo “torcido”, o como se  impone la relación de docilidad-utilidad, es decir, utilizar muchas veces “lo otro” o lo distinto, lo débil para su beneficio.

También me ha interesado la relación existente entre colonialidad del poder y los nexos entre  centro periferia, como los distintos  imaginarios eurocéntricos  impuestos por la Historia del Arte Occidental (Mainstream) nos han marcado y construido, nos han hecho creer de manera distorsionada en absolutos, ahí la reflexión y crítica desde una mirada de-colonialista, respondiendo a este espejo eurocéntrico en el cual nos vemos y que nos reflejamos de manera distorsionada. La Historia del Arte y la Enseñanza de ésta se encuentra cargada de la mirada hegemónica, nombres de artistas y obras que según esa mirada corresponden a “obras universales “, realizadas por “artistas geniales”, como son los que aparecen en algunos de los libros denominados como “Genios de la Pintura Universal”, veo ahí también una forma de imposición de violencia. Por un lado respondo desde el humor, la parodia  para  generar en algunos casos, respuestas y reflexiones con obras y  o  acciones que citan e interpelan a la Historia del arte Occidental. 

En  el caso puntual de esta obra, una acuarela, titulada “Frida golpea al estudiante constructivo”, realizó una cita paródica a una pintura del artista alemán-francés, Max Ernst, la pintura se llama “La Virgen María castigando al niño Jesús delante de tres testigos”, en ella vemos a la Virgen María golpeando o dando nalgadas a un niño Jesús, que se encuentra en su falda y que aparece representado con cabellera rubia, podemos advertir que al niño se le ha caído la aureola de santidad, todo esto sucede bajo la mirada atenta de tres testigos, estos corresponden a los tres padres Totémicos del surrealismo, André Breton, Paul Eluard y el mismísimo Max Ernst, a partir de esta escena provocadora creada por Max Ernst deviene esta otra imagen, generando diálogo entre ambas, esta vez no es la representación de la Virgen María el personaje central sino que esta es reemplazada por la imagen de la pintora mexicana Frida Kahlo, es ella la que suplanta la identidad Mariana, Frida Khalo, encarna. Símbolo del discurso sufriente, comparte escena con tres testigos muy distintos a la obra de Ernst, acá vemos un cóndor con un compás sobre su lomo, una pizarra escolar con una regla en la superficie acompañado de elementos de uso didáctico (geométricos) que se encuentran dispuestos sobre el suelo de la composición, y que refuerzan la idea de la “disciplina”, la medida y el control de los cuerpos, estos nuevos “personajes” se instalan en ausencia de “los tres grandes”, los padres Totémicos del Muralismo Mexicano. Rivera, Siqueiros y Orozco.

Dentro de esta obra, podemos señalar que la idea del castigo aparece ligada a la disciplina,  Frida Kahlo, quien es su momento, años 90, se configura como  un fenómeno de mercado encarnando la imagen de lo “fantástico” en el Arte Latinoamericano, ella castiga  y disciplina el cuerpo del “niño-estudiante constructivo”, acá  también aparece el juego o chiste  ligado a tiempos de la Guerra Fría, la composición deja asomar la pugna entre el muralismo mexicano y el arte abstracto tan en boga en aquella época. 
 

 

Antonio Guzmán Quintana 

Noviembre 2021

2021 Francisco Javier Paredes

Para la serie Diálogos

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